Martín Arregui
Una filosofía de vida


Incomprendido por unos y admirados por otros, el artista plástico uruguayo Martín Arregui Castelvecchi vio transitar su vida en el Departamento de Flores, donde se descubriera su talento artístico, tanto en lo que tiene que ver con la plástica, como en las letras.
Es en la última etapa de su vida cuando vuelca de lleno su talento a este Departamento, el que siempre tuvo un lugar en su corazón.

1949 Fruto de la relación de el gran escritor uruguayo Mario Arregui y de la docente y escritora Gladys Castelvecchi, nace el 12 de abril su primer hijo, José Martín, a quien después todos conocerían por su segundo nombre.
1963 Comienza su formación artística con el plástico uruguayo Angel Damián, pasando mas tarde al taller del artista Anhelo Hernández.
1970 Ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes, permaneciendo hasta su clausura, en 1973 como consecuencia del gobierno de facto.
1976 Crea y dirige en Montevideo su primer Taller y Galería de Arte, al que denomina "Galopar".
1977 Expone en el Club de Grabado de Montevideo.
1979 Viaja a Europa, concretamente a Barcelona -España- donde visita museos y galerías.
1980 Expone en una muestra colectiva en la "Sala del César" -Barcelona-.
1980 Expone en la "Galería Lloret, en Lloret del Mar -Cataluña, España- en una muestra individual.
1982 Viaja a San Pablo, Brasil.
1982 Realiza una exposición individual en la Galería Idead.
1983 Regresa a Uruguay, y funda en la ciudad de Trinidad -lugar preferido por él- su segundo Galopar desde donde exportó sus batiks al mundo.
1984 Participa en el Salón Nacional de Artes Plásticas en el Subte Municipal -Montevideo-.
1985 Participa en el Salón Municipal de Artes Plásticas en el Subte Municipal -Montevideo-.
1986 Participa en muestra itinerante de dibujo y grabado organizada por la Comisión Nacional de Bellas Artes.
1987 Realiza en la Plaza Constitución de Trinidad una muestra al aire libre donde expone con sus discípulos: batiks y mesas decoradas en un estilo constructivista. La muestra se denominó Galería Abierta: "Una experiencia de Comunicación Directa".
1987 Funda el CEART (Centro Artesanal), una Asociación Civil sin fines de lucro, que integraron trece talleres artesanales de todo el país. El mismo tuvo su sede en la ciudad de Montevideo.
1988 Funda en memoria de su padre -Mario Arregui- la Biblioteca del mismo nombre a los tres años de que aquel falleciera.
1990 "Veinte años de la Mano". Exposición de los artesanos históricos de la empresa Manos del Uruguay.
1990 Escribe su primer libro: Sandokán, el Tigre de la Malasia en la República de Fasano".
1991 Proyecta y crea el Parque de Esculturas "Zooilógico del Futuro" en la entrada a la ciudad de Trinidad, único en su tipo en Uruguay.
1991 Crea con el apoyo de la Intendencia del Departamento de Flores la Reserva de Flora y Fauna "Dr. Rodolfo Tálice".
1992 Participa en la 2a Bienal de Artes Plásticas (Automóvil Club del Uruguay -Montevideo)
1992 Realiza muestra individual en Galería de Arte "Calle Entera " -Montevideo-.
1993 Publica su segundo libro: "Libro de Recetas".
1994 En el marco del VII Festival Nacional del Libro -Montevideo- recibe cuatro premios por su "Libro de Recetas": a la Mejor Carátula, al Mejor Diseño, a la Editorial Relieve y a la Imprenta Copygraf.
1994 Participa en "500 años del Descubrimiento" organizada por el Instituto de Colaboración Iberoamericano.
1994 Expone en el Museo Blanes -Montevideo-, en la muestra colectiva "La otra mirada".
1994 Viaja a Chile junto a uno de sus discípulos, y artista de gran valor de el Departamento de Flores, el joven Eduardo Díaz.
1995 Establece en la ciudad de Valparaíso -Chile- un taller similar al de Trinidad, al que denomina "Galopar Galería Abierta".
1995 Retorna a Uruguay con la expectativa de encausar desde Trinidad la exportación de batiks y xilografías, pero no obtiene buenos resultados.
1995 Meses antes de fallecer, en el mes de octubre vende su casa -taller, y remata sus pertenencias, incluyendo sus obras, y pasa a residir en Montevideo en la casa de su madre.
1996 El 8 de febrero fallece de un síncope cardíaco, a la temprana edad de 46 años, coincidentemente a once años de que muriera su padre, dejando por el camino enormidad de proyectos y creaciones.



Exposición Galería "Calle Entera"

Punto esencial en la carrera artística de Martín Arregui cumplió la exposición que realizara el día 24 de Julio de 1992 en la Galería de Arte "Calle Entera" en Montevideo, ya que en esta oportunidad logró vender cuadros de tamaño importante, los que fueron adquiridos por la Embajada de Francia y por la de Panamá. Los mismos son dos óleos que representan una carrera de bicicletas, inspirado en la Vuelta Ciclista -evento deportivo importante de Uruguay- al pasar por Trinidad, y el otro era alusivo a los 500 años del Descubrimiento de América, obra esta que está compuesta por doscientas figuras.
Desde el punto de vista artístico esta exposición significó la consolidación como plástico de Martín Arregui, ya que según expresiones del conocido artista uruguayo Tola Invernizzi "Martín encontró una forma de traducción de su propia emoción, que es la más adecuada para lo que él quiere decir".
En lo que se refiere a Gladys Castelvecchi, su madre, esta muestra estaba dedicada a ella, por lo cual Martín aceptaba públicamente la importancia que la misma tuvo en su consolidación artística, ya que fue ella la primer testigo del talento de su hijo, cuando tenía tan sólo cinco años de edad.

Personalidad del Artista.

Según expresiones de la madre del artista, la personalidad de Martín como ser humano y plástico se relacionaban "porque era tan variable en sus situaciones de vida como lo era en sus manifestaciones plásticas. Martín era un tipo de una columna vertebral, de acero y de nobleza intocada. Pero temperamental y caótico, e imprevisible y siempre previsible. Ahora no era un tipo fácil, no era un tipo fácil. Por el lado del corazón era, magnánimo te diría, siempre dispuesto, una gran predisposición a la alegría, y una capacidad asombrosa para el ascetismo, como demostró en toda la etapa última de su vida."
Alvaro Amengual, artista y docente uruguayo describió
a Arregui como una persona que "tenía una capacidad de trabajo descomunal", una manera de trabajar "tumultuosa y caótica, cambiando constantemente de materiales y cambiando constantemente de propuestas" debido a su temperamento, lo que "hacía que se dispersara a veces un poco" no pudiendo por esa causa, concentrar "la investigación en su pintura" lo que lo llevó a ser "un individuo que su cabeza estaba a mil, todo el tiempo".
El mismo José Martín confesó al respecto, en cierta oportunidad "Creo que no hay un objeto específico de creación, tal vez sea un mecanismo de inmadurez mía, pero el constreñirme a una sola línea de trabajo me cuesta. De todos modos durante cada día yo ando siguiendo pequeñas ideas, pequeños esbozos, pequeñas apariciones que puedan desembocar después en una línea nueva para tapices, o para artes gráficas, o para dibujo, o para lo que pucha sea. Y de cada una de esas cosas voy dejando documentos y testimonios en el entorno que me rodea."

El Taller

Al regresar de su estadía en San Pablo, Martín Arregui vuelve a sus raíces, a la tierra que él adoptó, al Departamento de Flores, a la ciudad de Trinidad para formar el segundo "Galopar". Aquí se encuentra con una casa descuidada, llena de abejas, de cucarachas, y no la casona blanca con tejas que se conoce actualmente.
Dicha casa, es hoy mudo testigo de largas conversaciones, de los más diversos temas, y del pasaje, y estadía de figuras relevantes del canto popular uruguayo (Washington Carrasco, Cristina Fernández, Zitarrosa, e integrantes de "Los Olimareños"), así como de la política y de la plástica.
La actividad del taller, que inició Martín, era la producción de batiks, siguiendo con xilografías y grabados. Poco a poco se formó una empresa artesanal, de donde se llegaron a producir doscientos batiks por mes, exportándose a Canadá, España, Italia, Japón, Suecia, sin olvidar el mercado uruguayo, donde tuvieron buena recepción.
La idea de Arregui era dar trabajo en su taller para así encargarse de su propia "producción" artística, dedicarse a la pintura al óleo, a la escultura, y a la gestación de proyectos para su Trinidad. Por supuesto no hay que olvidarse de lo literario que también formó parte de su creación, escribiendo dos libros de los cuales se señaló el año de edición de cada uno. Además dentro de lo literario está su pasaje por el periodismo, en el diario "La República" y en semanarios de Izquierda de Uruguay.
Al describir un día de trabajo de este artista debemos considerar su personalidad, sus "dos caras, la del día y la de la noche" como expresara uno de sus discípulos, Pedro Rocha, quien fuera, en cierta manera el "hijo adoptivo" de Martín, ya que le dio albergue en su casa desde muy joven.
Durante el día cuando trabajaba, cuando "se ponía a pintar, no le hablés nada, no había forma de hablarle, era un tipo que se concentraba a pintar, si le hablabas no te contestaba, y si te contestaba dejaba de pintar porque ya se calentaba", mientras tanto en la noche "cambiaba el cien por ciento lo otro, ya había una jarrita de vino, ya conversábamos, ahí era el mejor compañero que tenía".


Texto: Aporte de Samuel Larrauri.